Buda maitreya

Buda maitreya

Guanyin

El Maitreya Upanishad (sánscrito: मैत्रेय उपनिषत्, IAST: Maitreya Upaniṣad) es uno de los Upanishads menores del hinduismo. Compuesta en sánscrito,[2] es una de las 16 Upanishads que pertenecen al Samaveda, está clasificada como una de las 20 Upanishads de Sannyasa (Renuncia),[3] y es una de las Upanishads del Vedanta.[4] El texto aparece en el número 29 del orden de serie en el Muktika enumerado por Rama a Hanuman en la antología de la era moderna de 108 Upanishads.[5]

El Upanishad afirma que la renuncia y el autoconocimiento es el camino hacia moksha (liberación y libertad espiritual)[6]. Según Maitreya, “el Señor está dentro del corazón de cada persona, es el testigo de la danza de la razón y el objeto del máximo amor”[7]. [7] Hay que renunciar al mundo para alcanzar el éxtasis del Ser y hacerse uno con Brahman[8][9] La mejor renuncia es aquella, afirma Maitreya, en la que se abandona el orgullo, la riqueza, la ilusión y la lujuria; cuando la ilusión muere en una persona, nace la iluminación[10].

En los capítulos 2 y 3 del Upanishad, el Señor Shiva predica al sabio Maitreya el secreto de la realidad más elevada (Brahman)[11] El texto afirma que Atman (alma, yo), Brahman y Shiva son lo mismo, uno debe comprender su verdadera esencia que es el alma, y debe adorar con el pensamiento, “Yo soy él”[12].

Akasagarb…

Barbara O’Brien es una practicante del budismo zen que estudió en el Monasterio de la Montaña Zen. Es autora de “Rethinking Religion” y ha cubierto la religión para The Guardian, Tricycle.org y otros medios.

Maitreya es un bodhisattva trascendente denominado como el Buda universal de un tiempo futuro. El nombre procede del sánscrito maitri (en pali, metta), que significa “bondad amorosa”. En el budismo mahayana, Maitreya es la encarnación del amor omnipresente.

Maitreya se representa en el arte budista de muchas maneras. Las representaciones “clásicas” suelen mostrarlo sentado, como en una silla, con los pies en el suelo. También se le representa de pie. Como bodhisattva, viste como la realeza; como Buda, viste como un monje. Se dice que reside en el cielo de Tushita, que forma parte del Reino de los Devas del Kamadhatu (Reino del Deseo, que es el mundo representado en el Bhavachakra).

Maitreya hace su primera aparición en las escrituras budistas en el Sutta Cakkavatti del Tipitika pali (Digha Nikaya 26). En este sutta, el Buda habla de una época futura en la que el dharma es olvidado por completo. Con el tiempo, “otro Buda -Metteyya (Maitreya)- alcanzará el Despertar, y su Sangha monástica se contará por miles”, dijo el Buda.

Bodhisattva

Hace incontables eones, después de haber hecho muchas ofrendas, Maitreya tomó los votos de bodhisattva del Gran Poder Tathagata delante de muchos otros budas. Desde ese momento ha conducido a innumerables seres sintientes a la iluminación, guiándolos por el camino de los tres entrenamientos superiores de disciplina, concentración y sabiduría por medio de los tres vehículos: Shravakayana, Pratyekabuddhayana y Mahayana.

Mientras practicaba como bodhisattva se especializó en la meditación del gran amor. No sólo enseñaba este camino a los demás, sino que él mismo meditaba continuamente en él, situándose a menudo en la puerta de una ciudad y contemplando profundamente la bondad amorosa. Su meditación era tan poderosa que las personas que pasaban cerca para tocar sus pies recibían ellas mismas la realización del gran amor. Esto agradó mucho a los tathagatas de las diez direcciones, que se alegraron de sus acciones y predijeron que en todas sus vidas futuras como bodhisattva y buda sería conocido como “Amor” [sct: Maitreya; tib: Jampa]. Así es como recibió su nombre.

Avalokites…

Budai tiene un origen centrado en el culto y la leyenda local[6]. Tradicionalmente se le representa como un monje gordo y calvo que lleva una sencilla túnica. Lleva sus escasas posesiones en un saco de tela, siendo pobre pero contento[7] Entretenía con entusiasmo a los niños que le seguían y era conocido por acariciar alegremente su gran barriga. Su figura aparece en toda la cultura china como representación de la satisfacción y la abundancia. Budai atraía a la gente del pueblo que le rodeaba, ya que era capaz de predecir la suerte de las personas e incluso los patrones climáticos[5] El monje errante solía dormir en cualquier lugar al que llegaba, incluso al aire libre, ya que sus poderes místicos podían alejar los amargos fríos de la nieve y su cuerpo no se veía afectado. Una nota de defunción recuperada, fechada en el año 916 o 917 d.C., que el propio monje escribió, afirma que es una encarnación de Maitreya, el Buda del Futuro[5]. Un cuerpo que supuestamente pertenecía a Budai fue embalsamado y expuesto en la sección oriental del Gran Salón del templo de Yuelin, en el distrito de Fenghua, Zhejiang[8].

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